01 marzo 2014

Macarons

Después de rebuscar y rebuscar entre recetas de internet
Y leer y leer recetas frustradas de otras reposteras encontré una muy prometedora



Prometedora

Asique me armé de valor y me puse manos a la masa.

¡Ostras! Anda que no tienen preparación los macarons ni nada, ahora entiendo por qué esos precios desorbitados.

Os dejo la receta que aparece en la web con mis pequeñas variaciones.
Es muy pero que MUY IMPORTANTE que se siga la receta al pie de la letra.

Sino no sale, de verdad, ojead un poco por internet y veréis que todos dicen lo mismo.

Ahí van los ingredientes para más o menos 40 tapas

  • 100 gr de azúcar glas 
  • 55 gr de almendras molidas 
  • 45 gr de claras de huevo 
  • 25 gr de azúcar 
  • colorante en gel (al gusto) 

Antes de nada hay que preparar las claras de huevo. Hay quien las usa envasadas, es más cómodo. Yo los hice con huevos de casa (como siempre) asique tuve que hacer una pequeña preparación.

Un día antes separé las claras y las metí en un bol tapado con film plástico al que hice un par de agujeritos. Lo dejé a temperatura ambiente para que pierdan humedad.
Hay quien lo hace unas horas antes, de la mañana a la tarde por ejemplo, o quien lo mete en el momento un ratín en el microondas (10segundos) pero como en casa no tenemos micro pues a esperar.

Una vez estén listas las claras las empezamos a montar con la batidora y cuando hagan burbujitas vamos añadiendo el azúcar poco a poco. Como siempre, mejor si la tamizamos antes.

Sabremos que están listas cuando si le damos la vuelta al bol, estas no se caen. Es como un merengue, pero no lo queremos muy seco por lo que no nos pasaremos batiendo.

En este momento se puede añadir el colorante y batimos un par de segundos más. Yo como quise aprovechar la masa para hacerlos de dos colores esperé un poco más para añadirlo.


Lo siguiente son las almendras molidas, yo compré harina de almendra del Lidl y la tamicé, pero también podéis triturar almendras con la batidora y usarlas. Las añadiremos de una vez a la mezcla. Con una espátula haremos movimientos envolventes para incorporarla.

Aquí también hay muchas opiniones, es importante que la mezcla no esté muy espesa, pero tampoco demasiado líquida por lo que en cuanto veamos que las almendras estén integradas, haremos unos 10 movimientos más con la espátula.


En este punto yo separé la masa en dos recipientes para teñirla con colorantes distintos. Con un par de gotas basta para darle color. Como siempre usé colorante en gel de Sugar flair.

Cuando la masa esté lista, preparamos la manga pastelera con una boquilla redonda. Recomiendan la 1A de Wilton pero yo usé la “casera” que es un poco más chiquitina.

Para repartir la masa de los macarons yo usé un tapete que viene con los circulitos marcados, pero se puede usar papel antiadherente. Se puede hacer una plantilla con circulitos para hacer los macarons del mismo tamaño, pero hay quien los hace a ojo.

Cuidado con echar demasiada masa para un mismo circulito, es bastante líquida y tiende a expandirse un poco.


Una vez que los tengamos en la bandeja, la dejaremos caer contra la encimera (poned unos trapos o algo para no cargárosla), esto hará que la masa pierda todas las burbujitas de aire que pueda tener.

Y ahora paciencia, esta es la clave de los macarons.

Tienen que reposar entre 45 y 90 minutos. Hice la prueba de los dos tiempos y aquí quedan mejor cuanto más tiempo estén reposando. Incluso si los dejamos de un día para otro mejor que mejor. Podemos comprobar si están listos cuando toquemos la tapita y no se nos quede la marca del dedo.

Esto es lo que pasa cuando no se dejan reposar lo suficiente

Precalentemos el horno a 135ºC, y cuando esté listo los metemos durante 15-20 minutos (el horno en posición arriba y abajo)

Si le echamos un ojo veremos cómo les va saliendo el pie a los macarons, y si los dejamos secar el tiempo suficiente, la superficie quedará lisita lisita.


Cuando estén listos los dejamos enfriar en la bandeja y los despegamos con mucho cuidado para que no se nos quiebren, son muy delicados. Si al levantarlos con la manos veis que no se sueltan, pasadles un cuchillo por debajo y ya.

Para rellenarlos hay infinitas opciones, en mi caso partí de una receta básica de Buttercream de vainilla y fui haciendo pequeñas variaciones:

125 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
150 gr de azúcar glas
1 o 2 cucharadas de leche
½ cucharadita de esencia y/o colorante
Aprovechando los colores de los macarons los hice de:

Los marrones son de Nutella


Los amarillos de Vainilla


Los rosas de Frambuesa


y los azules de Naranja


¡¡Me encantan!! 


¡¡Dan mogollón de trabajo pero son tan bonitos, y tan coloridos!!


La mayoría de las personas que los prueban dicen que no le gustan, mi consejo, servidlos al día siguiente de prepararlos, las tapas se impregnan con la buttercream y ganan un montón.

¡Por cierto! Dejando los macarons a un lado… os estoy preparando una sorpresa!

Espero no tardar mucho en enseñárosla, ¡tengo tantas ganas!

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